Al
igual que Internet, el Marketing ha ido ligado a la "empresa de
los últimos años". Es el modo específico de ejecutar o llevar a cabo la
relación de intercambio que consiste en identificar, crear, desarrollar y
servir a la demanda. Es fácil pensar a partir de la definición, que la
tecnología tiene una importancia vital dentro del Marketing. La tecnología en
los últimos años ha transformado la oferta a la que puede optar el consumidor;
productos que hace años solo estaban al alcance de pocos consumidores, hoy en
día son productos que se utilizan en todos los hogares. El ritmo al que se
suceden las innovaciones está transformando el mercado de manera
radical.
Entre
los procesos normales de funcionamiento de una empresa, los procesos
comerciales, de atención al cliente y marketing, a través
de un contacto directo a través de los canales habituales de ventas, o
establecido por medio de un Contact Center (Call Center), son
probablemente los más importantes para el éxito de todo negocio. Son
los principales responsables de la entrada de ingresos, de la fidelización de
los clientes y, en gran medida, de la diferenciación de la competencia.
A
este bloque de procesos se les puede denominar de forma genérica como "Marketing
y Ventas" y su mejora y optimización debería ser una de las
prioridades de todas las empresas, y en especial de las de menos recursos como
las PYMES.
Sin
embargo, las PYMES, en general, no son grandes utilizadoras de soluciones de
marketing. Las principales razones para esta situación son: la escasa formación
y el desconocimiento de las mismas, el excesivo precio de las soluciones de
este tipo existentes en el mercado y la falta de tiempo para planificar y
desarrollar acciones de marketing.
En
los últimos años, la explosión de la Sociedad de la Información y las
mejoras en las comunicaciones ha dado lugar al desarrollo de aplicaciones y herramientas que
permiten evolucionar y sacar el máximo provecho de los procesos de negocio tradicionales,
facilitando así, por ejemplo, un claro aumento de la productividad y
una sustancial mejora en la relación y conocimiento de los clientes. Sin
embargo, la experiencia adquirida en los últimos años y la crisis del
sector tecnológico en especial, han demostrado que la tecnología en sí no es
una solución para las empresas, sino que su valor está en que
facilita la mejora y optimización de sus procesos de negocio.
Todas
las soluciones tecnológicas se implantan primero en las grandes empresas, con
mayor capacidad de inversión y recursos, pero una vez ajustadas al mercado y
comprobados los beneficios que aportan, comienzan a introducirse gradualmente
en las PYMES.
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+Katherine